26 nov 2007

Camilo Escalona .Diario "El Mercurio"

por Mariela Herrera M. diario "El Mercurio"

"La tesis del desalojo nubla la capacidad de entendimiento"

Defiende al gobierno de Michelle Bachelet a brazo partido. Por eso, quizás, fue uno de los senadores que más fuerte se enfrentaron con los legisladores de la Concertación que votaron con la Alianza para negarle recursos al Transantiago. Si bien hoy Camilo Escalona dice respirar con más tranquilidad al haberse aprobado el Presupuesto 2008 y el reajuste salarial para los empleados públicos, el fracaso del oficialismo en el plan de transporte le sigue penando.

-Tras las votaciones en la Cámara y en el Senado por el Transantiago, ¿es ésta la peor crisis que ha atravesado la Concertación?

-No, porque habría que hacer una especie de ranking. Hemos pasado por situaciones difíciles y naturalmente que esta es una de aquéllas. ¿Será la peor? No me siento en condiciones de responderlo ahora.

-Pero en una semana y media la Concertación perdió a dos senadores (Adolfo Zaldívar y Fernando Flores) y prácticamente a cinco diputados (colorines de la DC).

-Es que ocurre que la gente se cansa también.

-¿Quién se cansó?

-Los que se salieron de la Concertación. Ahora, en algunos de ellos puede ser un cansancio por una vez. Yo no digo que ese significativo número de diputados sean personas que quieran romper de manera definitiva su compromiso con la Concertación. En el caso de los senadores es más fuerte su distanciamiento........(Leer la entrevista completa)

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1 comentario:

Anónimo dijo...

-¿Por qué cree que actuaron así en la votación para el Transantiago?

-Porque se confunde la contingencia con los intereses a largo plazo del país. Esto es el virus de la tesis del desalojo que le hace mal a la gente, les nubla la capacidad de entendimiento a las personas.

-¿Entonces, aquí triunfó esa tesis?

-En el caso del Transantiago primó la tesis del desalojo. Afortunadamente, hemos logrado derrotarla en otros casos, como en Educación, y espero que sea así en el eventual acuerdo de seguridad ciudadana y en la reforma previsional.

-¿Y qué pasa cuando se suma a la tesis del desalojo gente que no es de la Alianza como Fernando Flores y Adolfo Zaldívar?

-Bueno... pasa que la oposición hace mayoría y que la Concertación queda en un pie forzado.

-¿Qué responsabilidad tiene el Gobierno, que no logró convencer, o los presidentes de partido, que no ordenaron a su gente en esta crisis?

-Parto de la base de que somos imperfectos. Es lógico que hay una cuota de responsabilidad en la medida en que nuestra capacidad de persuasión no fue eficaz, pero eso no excusa las responsabilidades individuales de las personas, que por, creo yo, un encono con la contingencia política obstruyen y toman decisiones que alteran la estrategia política. ChilePrimero: "La teoría de la bisagra no va a funcionar"

ChilePrimero: "La teoría de la bisagra no va a funcionar"

-Usted dijo que la alianza Flores-Zaldívar-oposición era espuria, "inspirada en el afán de cobrarse revancha contra el Gobierno. ¿De qué se quieren vengar Flores y Zaldívar?

-Es de público conocimiento que ellos han aspirado a un protagonismo que no tienen. Ambos aspiraron a presidir sus respectivos partidos y fueron derrotados en elecciones internas competitivas, abiertas, democráticas. No hay por qué echarle la culpa al Gobierno del resultado de las elecciones internas de los partidos.

-Y en este escenario, ¿qué sacan de provechoso Flores y Zaldívar?

-Creo que nada o muy poco. Porque la Alianza va a seguir operando como Alianza y la Concertación tampoco va a cambiar. Y la realidad política va a seguir operando sobre la base de estos dos bloques, como ocurrió el jueves. Aparecía que dependíamos del voto del senador Zaldívar para los recursos de Ferrocarriles del Estado y la propia oposición nos ofreció un acuerdo que lo aceptamos. Esa realidad no va a cambiar.

Y se explaya en ChilePrimero y su autodefinición de ser un partido "bisagra".

-La teoría de la bisagra no va a funcionar. Hay personas que quieren que la Concertación les transfiera parte de su fuerza política para que ellos puedan cumplir esa parte de la bisagra, pero también quieren que la Alianza haga lo mismo. Y lo que ha ocurrido es que la Alianza quiere seguir siendo Alianza y la Concertación quiere seguir siendo Concertación.

-¿Y la posibilidad de que surja un posible referente de Adolfo Zaldívar, los colorines y ChilePrimero?

-Si toman ese camino, que ojalá no lo tomen, van a depender de los espacios que les dé la Alianza, porque ellos van a necesitar subsidio electoral para ser elegidos.

-¿No cree que la UDI y RN, para llegar al centro, los puedan acoger?

-Eso depende de la Alianza, ellos sabrán qué hacen con sus cupos. Y los cupos son escasos... son nueve cupitos para las senatoriales -dice riendo con cierta complicidad-.

-¿Es posible recomponer las relaciones de la Concertación en el Senado?

-En el Senado lo veo complejo, porque la decisión que tomó Flores viene de mucho tiempo y el discurso de Zaldívar fue muy fuerte. Pero en el grupo de diputados no veo que tengamos que considerar que una golondrina hace verano. En el Senado están complicadas las cosas... es difícil.

-¿Considera que está en peligro la presidencia del Senado, que le corresponde a Ricardo Núñez, ahora que Pablo Longueira lanzó a Flores para ese cargo?

-El senador Longueira ha situado la manzana de la tentación al alcance del pecador, pero todos sabemos que eso costó la expulsión del hombre del paraíso. Esperemos que, asumiendo todos los quebrantos que debe pasar el hombre en la tierra a partir de eso, no vuelva a ocurrir.

-En la discusión en el Senado, cuando usted criticó a Flores, él le respondió "usted dice que me pasé a la derecha, mire, yo estuve en La Moneda y usted andaba en otra parte". ¿Cómo tomó esa acusación?

-Yo tenía 18 años el 73. Para el Golpe me fui a la sede de la Juventud Socialista. En el centro había una balacera infernal. De allí nos trasladamos a San Miguel, a la Escuela de Artes Gráficas. Supimos que en La Legua estaban resistiendo, queríamos ir para allá, pero llegó un camión de la FACh, arrancamos y una señora nos dijo "niñitos, niñitos, refúgiense aquí" y nos dio alojo hasta el otro día. Yo no tenía terno ni corbata; en ese tiempo tenía uniforme escolar.

-¿Y qué sintió ante los dichos del senador de ChilePrimero?

-Me llama mucho la atención que se haya acordado tarde de que estuvo en La Moneda, después de haber firmado la declaración con la derecha. Eso que dijo me pareció sumamente violento. Que para justificar su conducta de alejamiento de la Concertación, Flores acuda a un hecho tan dramático como el día del bombardeo de La Moneda cuando firma una declaración precisamente con la gente que aplaudió la caída de Allende.

-Desde el debate por el Transantiago, ¿ha vuelto a hablar con Flores y Zaldívar?

-No. Yo no soy una persona cínica. Tendrá que pasar un tiempo para que se reconstituyan las condiciones para conversar. No es fácil.

AMISTADES PELIGROSAS

"Siempre me esforcé por tener con él la mejor relación"

-¿Cómo era la relación antes entre usted y Adolfo Zaldívar?

-Yo tenía una buena relación política con él. Fui una persona que en momentos muy delicados del gobierno del Presidente Lagos mantuve la comunicación política con él, cuando era presidente de la DC. Me acuerdo cuando él, en Reportajes de "El Mercurio", generó un hecho político impactante al decir "la Concertación se terminó". El día lunes de esa semana, el Presidente Lagos estaba tocado en la fibra íntima por esa frase y yo me comuniqué con Zaldívar para buscar una salida a esa situación tan delicada.

-Y luego, años después, ambos ayudaron a formar el gobierno de Bachelet.

-Claro, durante la campaña de la Presidenta siempre me esforcé por tener con él la mejor relación.

-Entonces se dijo que sería el turno de los que nunca antes les había tocado (a los colorines y a su sector en el PS, la Nueva Izquierda). Ustedes estaban muy unidos, incluso Jaime Mulet (colorín) era el secretario ejecutivo de la campaña. ¿Qué quedó de esa alianza que esperaba cambios en el nuevo gobierno?

-Lo que pasa es que esa reflexión es válida desde el punto de vista de las políticas, no desde el punto de vista de las personas. Y siento que la Presidenta Bachelet ha puesto su voluntad en función de esas políticas como, por ejemplo, con la reforma previsional. Ése era el cambio, no de que llegaran otros a repartirse el aparato del Estado.

-¿Y eso lo creía Adolfo Zaldívar?

-No, no. Yo creo que Adolfo no. Sería muy injusto de mi parte, a pesar de que él me dice estalinista, que yo hiciera una afirmación tan agraviante, pero creo que hay gente que pensaba así, que esto era un tema de tener mayor poder personal.