1. Los violentos episodios en la zona de la Araucanía han marcado los primeros días de este nuevo año. La muerte de un joven, las acciones violentas contra terceros inocentes, las medidas de fuerza, constituyen un síntoma alarmante de un conflicto que lamentablemente no hemos abordado en profundidad apuntando a las causas de fondo. Sentimos que la situación es altamente compleja por cuanto transcurre en un contexto de desconocimiento, prejuicios y discriminación hacia los indígenas, de políticas que se han demostrado inadecuadas, y de una instrumentalización por parte de personas ajenas a esta realidad que obstruyen los acuerdos con agitación y violencia.
2. La Iglesia, en fidelidad al mandato evangélico, ha continuado su histórico acompañamiento a los pueblos originarios, procurando la satisfacción de sus legítimas demandas, en el marco de la legislación vigente y promoviendo amplias instancias de diálogo. La participación del Obispo de Temuco, Monseñor Manuel Camilo Vial, de otros obispos y profesionales de la Iglesia en un servicio de garantía y facilitación se inscribe en este espíritu.
3. Lamentablemente la preocupación por el pueblo mapuche que amplios sectores ciudadanos dicen manifestar, no se condice con un esfuerzo real por escuchar la voz de sus dirigentes representativos y por comprenderlos en su propia cultura. Valoramos la voluntad expresada por el Gobierno al crear el Comité Interministerial, y confiamos en que su tarea pueda derivar en soluciones reales a las demandas de las comunidades mapuches, lo mismo que de las personas y empresas que han sido víctimas de una violencia irracional que a nada conduce.
4. Hoy nos preocupa, de un modo particular, la situación de
5. Reitero una vez más que la paz del corazón es el corazón de la paz.
† Alejandro Goic Karmelic
Obispo de Rancagua
Presidente de
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