por Eduardo Gutiérrez
Si por análisis de coyuntura entendemos la forma cómo los distintos sectores sociales avanzan o retroceden en sus reivindicaciones, demandas o exigencias, alterando o no las correlaciones de fuerzas al interior de una sociedad determinada, en un tiempo determinado, entonces a modo de hipótesis podemos señalar de que la coyuntura que se abre con el llamado “segundo tiempo de gobierno de Michelle Bachelet” no alterará en nada las correlaciones de fuerzas con que se venía moviendo la sociedad chilena.
En otras palabras no estamos en proceso de que se alteren (en esta coyuntura) ningún eje de dominación: ni económico, ni social, tampoco por cierto ideológico, como de hecho tampoco ocurrió en la coyuntura pasada que damos por cerrada entonces con el término de “primer tiempo”. Como se decía antiguamente no estamos frente a una coyuntura estratégica (como podría haberse dado si por ejemplo los cuantiosos recursos económicos del mayor precio del Cobre hubiesen dado pábulo a un cambio del modelo o si se hubiesen dado las condiciones para un cambio real del sistema binominal).
Sin embargo es en el tema de la política donde la coyuntura que se inicia puede mostrar las mayores sorpresas y esto básicamente porque los últimos acontecimientos en ese plano, particularmente la división de la DC, preanuncian un futuro reordenamiento de las fuerzas que sin lugar a dudas incidirán en ese ámbito.
La forma cómo ese factor se moverá e incidirá está por verse. Las etapas de aquel proceso se medirán en las elecciones municipales de Octubre de este año y su imbricación con las elecciones presidenciales y parlamentarias del 2009 son indudables.
Por de pronto se verá cómo los hechos que analizaremos brevemente en las siguientes líneas repercutirán en los mayores conglomerados. El papel que jugaran los sectores escindidos del PPD y de la DC y el rol que tendrá el PC y demás fuerzas extraparlamentarias. Por de pronto, es fácil colegir que la actual Concertación ha sufrido una pérdida con los quiebres mencionados, restar importancia a ese hecho es querer tapar el sol con una mano. Por otro lado la derecha a pesar de sus debilidades tiene dos candidatos fuertemente posesionados......(Leer todo el análisis de coyuntura)
- "Disidencia PS descarta acuerdo con Escalona para proclamar a Insulza"
(Leer noticia diario "La Segunda" 14/01/2008)
1 comentario:
El Gobierno
La iniciativa política la sigue manteniendo el Gobierno, a pesar de sus debilidades y errores. Básicamente por la incapacidad de la derecha de mostrar un proyecto motivador alternativo. Todas las contraofensivas: delincuencia, corrupción, etc, al parecer se tocan con la indiferencia de amplios sectores ciudadanos. Aún así y aunque suene contradictorio, las encuestas (un índice manipulable por los medios de comunicación mayoritariamente en manos de la derecha) dan un cada vez más bajo entusiasmo por la derecha como también por la Concertación.
El fenómeno de la desafección hacia la política parece ser la tónica reinante, como también –para algunos- el amplio consenso liberal o neoliberal que cruza horizontalmente a la mayoría de los actores sociales y políticos. Salvo las honrosas excepciones entre las que se cuentan: el movimiento social de los pinguinos secundarios, las huelgas de los trabajadores subcontratados del Cobre; recientemente el movimiento Mapuche (ver declaración adjunta) y una minoría parlamentaria siempre critica.
La Economía
La economía se observa vigorosa. El año 2007 terminó con excedentes del Cobre del orden de los 16.000 millones de dólares. Otros índices mostraron una baja sostenida de la pobreza y extrema pobreza. Las ventas de autos nuevos aumentaron sustantivamente en el curso del año y las vacaciones fuera del país son una realidad instalada en amplios sectores medios gracias al crédito que los sectores de más bajos ingresos utilizan para comer y vestirse. Salvo que se genere una recesión en EEUU (que es una alternativa que los analistas situaban a fines del año pasado con un porcentaje de posibilidad del 30%), la situación parece ser promisoria. La inflación aumentada levemente a fines de año ya ha motivado una subida de las tasas de interés por parte del Banco Central con lo cual habrá una leve disminución de la actividad económica que podrá tener incidencias en los presupuestos del año 2009. El afán principal del Gobierno es que el modelo actual funcione sin problemas, que no abra contradicciones y pugnas en la sociedad chilena y eso explica en parte el hecho de que las propuestas de reformas, tanto de la educación como del sistema de pensiones no pongan un ápice en cuestión las bases estructurales del modelo. Como es sabido la pensión básica solidaria será financiada por el Estado y la sacrosanta industria de las pensiones del sistema AFP seguirá administrando miles de millones de dólares que reeditarán más poder económico y político a los mayores grupos monopólicos nacionales e internacionales.
En este marco se ha instalado en la Concertación y en el Gobierno una idea mayoritaria de que es necesario abrirse a pactos y alianzas con la derecha.
Qué fenómenos han ocurrido para que un Gobierno ganador con más de 500.000 votos por sobre la derecha, con una cámara de Diputados y un Senado con mayoría concertacionista, con una situación económica promisoria nunca vista producto de los excedentes del Cobre haya llegado a este punto?
La pregunta no es menor ya que esta tesis de la alianza hacia la derecha viene sustentándose desde el pasado cambio de Gabinete que puso a Viera Gallo a la cabeza del equipo político (y que generó las primeras contradicciones con Belisario Velasco) y que se ve fortalecida hoy con la llegada de un nuevo Gabinete cuyo eje discursivo (Perez Yoma) se ubica inequívocamente en la misma dirección. Y la pregunta no es menor ya que al parecer nadie, incluso desde la misma Concertación Oficial, discute las debilidades y errores del Gobierno, pero que muy pocos se atreven a debatir acerca de las causas de las mismas. La persistencia en ese afán dejo fuera de la DC a Adolfo Zaldivar y provocó en los hechos la división de la Democracia Cristiana. Como es conocido el eje “corrupción- modificación del modelo”, fueron las razones atribuidas por el sector colorín como la causa de la crisis y su ofensiva desestabilizadora de la Mesa DC. Camilo Escalona sin nombrar este eje (la alianza hacia la derecha) ve las debilidades del Gobierno y la pérdida de las mayorías parlamentarias en la existencia de distintas agendas en el seno de la Concertación ( El Mercurio Viernes 10 de Enero de 2008)
Desde nuestra óptica las distintas agendas tuvieron su núcleo de origen en el nobel movimiento estudiantil de los secundarios a poco de asumir el Gobierno de Michelle. El cuestionamiento de fondo a las políticas educacionales de la Concertación efectivamente no estaba en la agenda del nuevo Gobierno y este reaccionó con lentitud aunque al final logro articular una política que le permitió diluir y mediatizar las reivindicaciones más estructurales. Ahí fue la derecha la que dio el “consenso” para un proyecto de ley que pusiera a salvo el proyecto educativo en el marco de la economía de mercado, que se salvara el lucro en la educación, pero por sobre todo que no se pusiera en cuestión la fortaleza de la educación privada, manteniendo a la educación estatal en una situación de desventaja.
En el tema del sistema de pensiones, viga matriz de las reformas de Michelle, el Gobierno nunca estuvo por poner en cuestión el sistema pero tampoco por producir una reforma sustantiva al mismo. Fue desde las posiciones de izquierda socialista y sectores extraparlamentarios que se insistió en aumentar los montos de los futuros pagos de la llamada pensión solidaria, de ubicar sus pagos en tiempo inmediatos, de crear decididamente una AFP estatal y de poner un techo a las cuantiosas utilidades por la administración de los fondos que perciben los dueños de esta inusual “industria”. Al final lo más rescatable será la pensión básica solidaria que será pagada por el Estado chileno para los sectores más pobres de la población.
En ambos casos la matriz de la iniciativa política ha sido la misma. Pasar por sobre la mayoría parlamentaria de la Concertación, buscar el consenso con la derecha antes de que en las propias filas y finalmente rendirse ante la fortaleza de los acuerdos sobre el modelo neoliberal. En este sentido la pérdida de las mayorías parlamentarias de la Concertación a causa del quiebre de la DC y del PPD anteriormente es visto como un hecho casi cotidiano por la Concertación Oficial: no variará el curso de los pactos con la derecha. Esa es además la impronta política de los recientes cambios de Gabinete.
En otras palabras las distintas agendas al interior de la concertación fueron la expresión de las contradicciones al interior del Gobierno que han sido resueltas por la vía de una conducción de cogobierno con la derecha.
La derecha
Al parecer la conciencia sobre este hecho, es decir transformarse en los articuladores de la marcha de Gobierno, ha motivado en la derecha un cambio de timón donde la hegemonía pasó de los “duros- desalojo” a los blandos “bacheletistas-aliancistas”. La apuesta de este último sector de la derecha es simple: por qué mostrar contradicciones antagónicas con el Gobierno si estamos en lo mismo (el discurso es simple: estamos por que Chile mejore, y no que estamos en el mismo modelo). Este diseño empataría con la idea asumida-transmitida- por lo medios de comunicación que aislaría las tendencias extremas, disociadoras del consenso liberal cuya base material sería el éxito del modelo. Así, la secuencia lógica del discurso sería: alternancia en el poder, (pero jamás tocar el poder económico), amplios acuerdos para que Chile progrese y por qué no: gobiernos de unidad nacional (al estilo Zarcozy en Francia).
La conclusión lógica de todos estos fenómenos es que el proyecto original de las fuerzas de Gobierno (si es que hubo tal acuerdo de proyecto) se diluyó, el Gobierno no fue capaz de una conducción sólida para encauzar o reencauzar el proyecto y finalmente terminamos sometidos a la presión de la derecha y sus no despreciables fuerzas económicas jugando un rol político determinante. Es difícil pensar hoy en una reforma a la educación y al sistema de pensiones diferente a como se ha venido dando. Es difícil pensar en que el Gobierno por si tome iniciativas más audaces como una reforma tributaria para aumentar estructuralmente el gastos social o que insista en el cambio al sistema binominal, incluso con la amenaza de convocar a un plebiscito tal como lo señalara Michelle en los inicios de su mandato. Más bien la tendencia será seguir al mismo paso de los últimos minutos del “primer tiempo”.
Los presidenciables
El quiebre de la DC ha puesto a la Mesa Directiva de ese partido claramente en la idea de que un o una candidata suyo es la tabla de salvación de un Partido en severa crisis. Esta idea, asociada además a la inminencia de las elecciones municipales de Octubre pone al PS y demás partidos de la Concertación en la obvia vía de tener uno o varios candidatos que empujen unas elecciones que no se ven fáciles dada la escasa sintonía ciudadana con la concertación oficial (todos los elementos señalados anteriormente más el Transantiago). La escisión de sectores de la Concertación: Flores y Zaldivar seguramente situará a nuevos candidatos que sin lugar a dudas abrirá flancos en una Concertación Oficial debilitada por las crisis políticas internas. Por tanto el tema de él o los (o las) candidatos presidenciales se pone casi a la orden del día. La Mesa del PS se está jugando públicamente por que Insulza se decida y este ha puesto como condición (entre otras) que Lagos se defina primero. La pelota está en la trinchera de Lagos. La segunda condición es que se resuelvan las contradicciones de la existencia de tres candidatos del PS: Insulza, Arrate y Lagos. Es Casi obvio que el Congreso del PS decidirá acerca de estos temas más allá de los compromisos en contrario, ya sea por el candidato o por el mecanismo para decidir por el candidato. Nuestra idea es que se resuelva por el mecanismo: internas partidarias acompañadas por debates regionales. Esto pone tiempos y recursos exigentes. Si el Congreso es Marzo y elecciones en Abril, la fecha para estos eventos debiera ser Junio-Julio y tener al Candidato en Agosto, dos meses antes de las elecciones municipales. Todo esto con el pié en el acelerador
Va quedando en claro que la nueva coyuntura del “segundo tiempo” terminará en una primera etapa con las elecciones municipales y que se abrirá una segunda etapa que a su vez culminará con las elecciones presidenciales y parlamentarias del 2009. El diseño del Gobierno es llegar al final sin grandes convulsiones, aprobar los proyectos de ley sobre educación y provisionales con un eje político de acuerdos con la derecha. Los tiempos del debate político alternativo culminarán con el Congreso en Marzo y luego la maquinaria de la “guerra electoral” envolverá todo.
El Partido Socialista
El Congreso del PS seguramente dará un paso adelante en la pugna soterrada y aun poco desarrollada de la lucha por la hegemonía al interior del Partido. Pero ciertamente será un factor que se diluirá por las exigencias de la coyuntura político electoral que se avecina y por las señales de abuenamiento que la mayoría ha hecho a la minoría con los cambios de subsecretarías, donde uno de los representantes de esa minoría, Arturo Barrios, asume en una de ellas. La tesis de la Mesa es que no debe abrirle al Gobierno un flanco de crisis con el PS. Luego de dos años de exclusión manifiesta y explicita y de una conducción política errática la mayoría se digna a abrir un poco la puerta presionado por los hechos externos. Es el momento en que el Congreso y las elecciones de Abril den un giro a esta situación. La nueva coyuntura exige un cambio de timón político y un cambio de mando en la conducción partidaria. Centralmente por el hecho de que la situación actual del Partido ha llevado a una profunda desafección de los militantes con su organización un creciente desánimo y un pesimismo sobre la marcha del mismo. En no pocos se observa la debacle preanunciada de un triunfo de la derecha en las municipales y las futuras presidenciales y escasa capacidad de explicarle a la ciudadanía los continuos errores del Gobierno. Es difícil explicarnos a nosotros mismos en el nivel que estamos por tanto es más difícil aún explicarle a la ciudadanía idéntica situación.
La propuesta de unir fuerzas que hemos levantado sectores críticos a la actual conducción para reactivar la política se fundamenta en una tesis a todas luces diferente a la actual versión del quehacer político de la Concertación Oficial ( de alianza con la derecha) y se basa en avanzar en acuerdos sustanciales con la izquierda fuera de la Concertación para construir una nueva mayoría que a todas luces la Concertación oficial la perdió con los quiebres señalados y con la desafección hacia la misma por amplios sectores ciudadanos.
Esta tesis parte de una concepción de más largo plazo que exige construir una respuesta al nuevo tipo de Estado, de régimen político y de modelo económico consolidado por una transición hace tiempo concluida. Versión diferente a la tesis de la Concertación oficial que postula continuar tal cual y ver en el camino la forma de sumar no sólo a sectores de derecha sino a sectores de izquierda (el propio PC ha insistido en que esta disponible a cualquier acuerdo que le abra la posibilidad de tener representación en el parlamento futuro), lo cual introduce un factor de debilidad en los tiempos actuales a muestra propuesta. Esto hay que asumirlo así y no pensar y diseñar voluntariosamente.
Es ciertamente acertado prever un proceso de acumulación de fuerzas de más largo plazo (aún que hay que estar siempre atentos a los cambios de coyuntura) en la idea de fortalecer una nueva hegemonía partidaria y ubicar ejes de acción en torno a las elecciones de alcaldes y concejales que den sustento futuro a un proyecto popular basado fundamentalmente en mayor democratización real de los municipios, en construir en ese nivel las nuevas alianzas político sociales, al tiempo que situar la elaboración de una nueva constitución vía Asamblea Constituyente como eje ordenador en lo político nacional (al respecto leer documento de debate al Congreso: El Partido Socialista como fuerza popular). El debate del Congreso debe servirnos para ubicar esa línea de construcción político ideológico que resumimos: construcción de una nueva alianza para un nuevo proyecto democrático popular.
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