9 abr 2009

Las primarias de la Concertación: Sus códigos secretos

por Eduardo Gutiérrez

Terminaron las primarias de la Concertación. La operación política de la mayoría para aplastar la opción Gómez triunfó. Escalona se salió de madre (una vez más, antes lo había hecho con Pepe Auth, antes con Andrés Zaldívar) agarrando virtualmente a garabatos al contendor radical. No era para menos. Todo el esfuerzo, toda la parafernalia, todo los millones gastados en acarrear a los escasos y desincentivados votantes, para que José Antonio estuviese a punto de echar todo por la borda.

La prensa de derecha siguió durante una semana los prolegómenos de la disputa virtual, le dio amplia cobertura. Apareció el David frente a Goliat. David recibió más del 35% de los votos. No hay que ser adivino para suponer que muchos socialistas votaron por Gómez. De ahí también hay que explicarse los improperios de un agitado Camilo Escalona

Pero más allá de los chascarros, ¿Cuál es el trasfondo del problema?

La disputa Frei Gómez mostró las dos almas de la concertación, de un lado el polo conservador representado por Frei, con un programa destinado al NO cambio, a mantener el statu quo, de otro, un moderado social demócrata que quiere nacionalizar el agua y bregar por la educación pública. Bien, pero insuficiente. Insuficiente porque pedir más era tensionar la Concertación. Llevar las contradicciones al riesgo del quiebre.

Pedir más era decir a las claras que la Concertación esta agotada y que la crisis del modelo neoliberal, que ya nadie en el mundo defiende, debe ser cambiado en forma urgente. La antigua pugna entre autocomplacientes y autoflagelantes quedó desfasada. La crisis puso e impuso otra dinámica. Pero la Concertación está ciega y sorda.
¿Cuál es la lógica detrás de los hechos comentados?

La pugna por ganar un electorado ubicado en la centro derecha.
Efectivamente. La Concertación tiene la herramienta (supuestamente) para domesticar a la izquierda. El mecanismo es la oferta de cupos parlamentarios. Oferta complicada y compleja, pero muy coherente con el objetivo a alcanzar: que el candidato de la Concertación gane en segunda vuelta, una vez más con los votos de esa izquierda.

¿Pero, cómo ganar los votos de la centro derecha que están en disputa?

Frei debía morigerar su programa, demostrar que no es prisionero de una supuesta izquierda, conceder al discurso de un Adolfo Zaldívar. Evitar el error de haber perdido a Flores a manos de la Alianza derechista.

Así, Frei debe ser hoy el candidato más de la centro derecha que de la centro izquierda. De ahí también el enojo de Escalona. El discurso de Gómez desnudó la derechización de la propuesta de la actual Mesa del PS. Las resoluciones congresales en torno a abrir un nuevo ciclo. Con un programa que postulaba una nueva constitución (que se perdieron en el camino) ahora debían ser sepultadas en el olvido. Así las cosas, costará mucho que los socialistas voten por Frei y su programa conservador. ¿Y, preguntémonos finalmente si los radicales votarán ansiosos por esa misma opción?

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