31 may 2009

Retomando la historia

por Coral Pey

El propósito que me lleva a escribir estas notas es dar cuenta, según mi percepción, de las constantes que es posible encontrar en el MIR entre las décadas 60-80 (más allá de sus aciertos y errores) y la campaña de Jorge Arrate y el Juntos Podemos.

Ello, en tanto vemos a esta última como un proceso de participación democrática y recomposición de la izquierda en pos de un frente amplio que se ha venido desarrollando en torno a su candidatura, que a nuestro juicio recogería y actualizaría los siguientes elementos:

-Democracia desde abajo y participación social: el MIR fue partícipe del proceso político y social que se abrió con la llegada de la Unidad Popular y el gobierno del Presidente Salvador Allende.

Desde una opción por los sectores más postergados de la sociedad y la creación de nuevos sujetos sociales, y junto a las organizaciones de izquierda de la época, el MIR centró su accionar en "los pobres del campo y la ciudad", fomentando la organización de estos sectores en torno al cambio social.

-El MIR apoyó las medidas de corte social y políticas económicas redistributivas que impulsó la Unidad Popular, como por ejemplo, el término de los monopolios, la nacionalización y estatización de la gran minería del cobre y de nuestras riquezas básicas y la intervención estatal de las grandes empresas. Además, si bien la relación con la Unidad Popular fue de "apoyo crítico", concordaba con la necesidad de avanzar en torno al cambio de la legalidad vigente; la transformación de la institucionalidad y reforma constitucional; la conquista plena de las libertades políticas, y la socialización de los medios de producción.

-La idea de "cambio revolucionario" enarbolada por el MIR en la década de los 60 y 70 representó un profundo cambio político-cultural; hoy, y de acuerdo a las condiciones del presente, esta idea se actualiza en la demanda de profundización democrática y participación popular y ciudadana: a casi veinte años del término del régimen de facto, es un objetivo que sigue pendiente.

Pese a las innegables ambigüedades, entendía que los escenarios electorales pueden ser un medio para avanzar en un proyecto político popular, conducido por la izquierda, y no un fin en sí mismo.

En tal sentido, la creación de un frente político social que alienta a la campaña de Jorge Arrate y su política de alianzas parten de esta base, y no simplemente de cálculos electorales que se agotan a fines de diciembre.

En esa dirección, el proceso desarrollado en las asambleas comunales y la asamblea nacional de abril pasado, dan cuenta de ello, y sientan las bases para el resurgimiento de una izquierda moderna. Y éste es el fenómeno nuevo de estos tiempos, más allá de pirotecnias y fuegos de artificio.

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