Gabriel Salazar, Premio Nacional de Historia, es uno de los más destacados exponentes de la historiografía social y política chilena. Fundador de la Historia Social, rama historiográfica que se dedica a estudiar al sujeto popular e investigar los sucesos sociales desde el prisma de las clases más bajas de la sociedad. Es profesor de Historia Social en la Universidad de Chile y en la Universidad Bolivariana. Algunas de sus obras son:
Labradores, peones y proletarios: formación y crisis de la sociedad popular chilena del siglo XIX y La violencia política popular en las "Grandes Alamedas".
En poco días se cumplirán 100 años de la Matanza de la Escuela Santa María de Iquique, ¿de qué nos sirve recordar hechos como ese hoy?
De la forma en que se está recordando, de muy poco. Es como ir a misa, entras, se realiza el ritual, te retiras y no queda ni una huella. Con esto es lo mismo, se reúnen, invitan al Quilapayún a cantar la cantata, un historiador a contar la matanza y se acabó el cuento.
Deberíamos recordar esta convergencia de todas las ramas del pueblo de Iquique, movimientos viejamente políticos como el de las mutuales con movimientos prepolíticos como el de los pampinos que se juntaron con comerciantes, peones y vagos en una sola huelga. Porque hoy la clase popular esta dividida entre un sindicalismo que se mira el ombligo y los pobladores que nunca se han asociado. No hay que olvidar que los marginales y los precaristas son el 90 % del mundo popular.
Para los pampinos tuvo sentido luchar por la identidad proletaria cuando los demás trabajadores empezaron a recibir un salario en efectivo que les permitía consumir y realizar proyectos personales. Hoy día se pagan salarios, pero el 68% gana menos de 180 mil al mes, eso sirve para comprarse ropa y pagar un celular, pero no para levantar familia. Nadie quiere perseverar en una identidad laboral así, entonces prefieren dedicarse al mercado pirata y al tráfico de drogas construyendo una identidad por lo menos más “chora”.
Claro, todos los condenan pero nadie se acuerda de las razones de la movilización ni de la realidad social que viven los jóvenes en las poblaciones, que no es la misma que la de un trabajador de los años 60 que tenía sindicato, contrato permanente, leyes protectoras, educación gratuita y salud gratuita.
Aunque hay grupos que nos critican porque ellos quieren recuperar el viejo concepto de clase obrera y todo el concepto marxista antiguo, que en el fondo es el concepto estructuralista. Por eso Max Marambio y los Comunistas que controlan el ARCIS, donde yo trabajaba, me acusaron de hippie.
Los rituales conmemorativos tiene que ser modificados. Partir de la Moneda al cementerio es reconstruir la muerte de Allende, es el camino de la derrota. Se debería partir del cementerio y llegar al Moneda, ahí nadie iría a llorar, sino a buscar alternativas.
Cualquier persona puede organizar, sistematizar y racionalizar sus recuerdos para construir su realidad. De esta manera pueden liberarse de sus traumas y determinar sus acciones destinadas a ejercer poder sobre su realidad, aunque sea a nivel local.
Nosotros hemos hecho tres aportes básicos al modo en que se estudia la historia. Primero que nada hemos centrado la historicidad en los sujetos reales de carne y hueso. Eso nos hizo traer a la luz personajes y actores que perteneciendo a la clase popular no habían sido considerados, ni por la historia ni por la política chilena: los más pobres, los más marginales, los peones, las prostitutas, las mujeres dueñas de casa, los niños y los jóvenes. La izquierda siempre se ha casado con la clase obrera, pero el pueblo es mucho más que eso.
En segundo lugar miramos la realidad, no en función de conceptos rígidos, sino en función de su movimiento, esta perspectiva permite por ejemplo reconocer que cambios ha tenido la clase popular chilena después del Golpe o qué ha pasado con la clase trabajadora, que evidentemente no es la misma de los 60.
1 comentario:
Salazar es un gran historiador. Eso sí, no es él quien fundó la Historia Social... pero sí se podría decir que es el máximo exponente en Chile de aquella escuela historiográfica.
Me ha gustado su blog.
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