18 feb 2008

Guerra Sicológica en el PS

Declaración Nuevo Socialismo

En el curso de la semana pasada el Secretario General del Partido Socialista, Marcelo Schilling, ha solicitado la expulsión del responsable de una supuesta declaración de adhesión del Partido Socialista de Chile a una supuesta persecución política que sufre Ollanta Humala en el Perú.

Hasta acá nada parecería raro si no fuera porque en esa semana se denunció que ella habría sido firmada por el dirigente y presidente del Regional América del PS, compañero Esteban Silva, y dio origen a un desmentido de este dirigente por distintos medios de comunicación. Es decir la solicitud del Secretario General, si bien en lo formal se dirige al Tribunal Supremo sin nombres de presuntos responsables, adjunta diarios en los que se aparece responsabilizando al compañero Silva.

Frente a ello surgen inevitablemente algunas preguntas:

¿Cómo se filtra a la prensa el nombre del compañero Silva? ¿Por qué ello sucede justo con el preanuncio de Schilling que va a solicitar expulsiones de los responsables? Parecería que el mismo Schilling entrega el nombre del supuesto responsable pero se cuida las espaldas haciendo una solicitud sin nombre, para luego entregar los diarios como una suerte de medios de prueba.

¿Es posible pensar que esto fuera una maniobra para involucrar al PS desde fuera, sobre todo si Esteban Silva ha insistido que el no firmó? De no ser así Marcelo Schilling debiera aportar alguna prueba, pero se limita a enviar copias de diarios al Tribunal Supremo.

Más bien pareciera que estamos ante una maniobra de amedrentamiento en contra de opiniones disidentes.

El oficialismo del PS que ha jugado como garante del statu quo, que ha situado al partido de Allende en la derecha de la concertación, que ha dejado sola a la Presidenta cuando ha dicho plebiscito, que levanta las manos tomadas con la derecha -en señal de victoria- cuando ella impone la continuidad del lucro en la educación. Ese mismo oficialismo que hoy día ve peligrar su posibilidad de seguir administrando el poder, intenta seguir haciéndolo por la vía del amedrentamiento.

Porque seamos claros, la acusación contra Esteban Silva no tiene ningún valor en si mismo, es una maniobra para apagar la disidencia en términos políticos.

No nos extrañaría que para mantener el poder, que percibe claramente a punto de perder, esta dirección recurra a otras prácticas estalinistas de depuración, intentando la salida de otros compañeros por el expediente de presentar acusaciones ante un Tribunal Supremo que, emergido del congreso partidario que lo único que hizo fue dar un golpe de estado blanco contra la dirección que en ese entonces encabezaba Gonzalo Martner, se encuentra a punto de ser reemplazado en el próximo congreso partidario.

CORRIENTE DE PENSAMIENTO NUEVO SOCIALISMO

Santiago, febrero de 2008

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