
La Ministra de Educación, Yasna Provoste, señaló hoy a mediodía que la sanción a Alejandro Traverso, acusado por la Contraloría de “negligencia administrativa”, será de suspensión por dos meses de su cargo de Seremi de Educación. Ya que no ha habido un sumario administrativo que investigue desde el propio Ministerio de Educación las graves negligencias en el actuar de Traverso, habrá que colegir que Provoste asumió la petición de la Contraloría a medias, pero que en definitiva asumió las graves irregularidades de las cuales este organismo lo acusó.
Traverso había renunciado semanas atrás en los hechos para impedir su casi segura destitución (hay que recordar que Contraloría no puede destituir a nadie ya que su rol es fiscalizar y emitir dictámenes solamente) y sortear así una sanción que lo dejaría fuera de cargos públicos por cinco años. Es claro que
Defendido a troche y moche por Escalona, éste debió, ante la gravedad de las acusaciones, pedir que el Tribunal Supremo del PS investigara los antecedentes. ¿Cuáles antecedentes estudiará el Tribunal Supremo a días de cesar en sus funciones, recordemos que el próximo Congreso elegirá uno nuevo el 15 de Marzo? No lo sabemos, pero es casi seguro que no tendrá tiempo de investigar un caso de tal envergadura. Pero en la misma línea de Provoste y dada la mayoría escalonista del Tribunal, es probable entonces que opte por una leve sanción. En esa línea iría según mi opinión la escuetísima declaración de la Mesa del PS donde se declara que “la ministra ha hecho uso de las atribuciones legales propias de su cargo”(sic).
Dejémoslo claro, no se está diciendo que Traverso se haya metido la plata al bolsillo, pero sí su negligencia administrativa permitió que otros se
Para impedir esto es necesaria la suspensión de la militancia de Traverso. Dar una fuerte señal de que el PS no admite la corrupción y como dijera nuestra Presidenta “con las platas de todos los chilenos no se juega”. En la misma línea el compañero Osvaldo Puccio acusado de cobros indebidos en asesorías a Gendarmería (cuestión que han denunciado públicamente las diversas agrupaciones de funcionarios de este organismo) debiera renunciar a su cargo de Embajador y ser suspendido de su militancia, para ser consistente con la “indignación a las faltas a la probidad” que provocan también en nuestra compañera Presidenta.
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