13 mar 2008

Diputado Sergio Aguiló, discurso a la hora de incidentes de la Cámara, respecto a las subvenciones escolares

Intervención

El señor WALKER (Presidente).- El turno siguiente corresponde al Partido Socialista.

Tiene la palabra el diputado Sergio Aguiló.

El señor AGUILÓ.- Señor Presidente, con motivo de un informe de la Contraloría General de la República en torno a las subvenciones escolares otorgadas en la Región Metropolitana, se ha intentado inducir a la opinión pública a creer que se trata de un inmenso acto de corrupción que alcanzaría nada menos que la suma de 126 mil millones de pesos.

Se ha tratado de generar un manto de duda acerca de la honorabilidad de importantes autoridades del país. Cuando toda esta historia termine, cuando las instituciones encargadas de actuar: por un lado, la justicia, la Contraloría por el otro, la Cámara de Diputados en el ejercicio de sus facultades fiscalizadoras en su momento, terminen su labor, como suele ocurrir en un país republicano y democrático como Chile, todo quedará aclarado.

Sin embargo, entretanto, la Derecha política y cierta prensa siguen insistiendo en que se han perdido 126 mil millones de pesos y que hay grandes actos de corrupción.

No quiero esperar a que terminen su investigación las instituciones que de todas maneras van a funcionar, para levantar mi voz y decir al menos tres o cuatro cosas que en su momento, minuto que llegará, podremos contrastarlas con las verdades oficiales.

En primer lugar, deseo explicar que no se han perdido ni malversado 126 mil millones de pesos. Si así hubiere ocurrido, la educación pública de la Región Metropolitana se habría paralizado. Sin embargo, ha sucedido una cosa muy distinta. Las conciliaciones bancarias con las que se llevan la contabilidad, tienen un sistema distinto

en la Secretaría Regional Ministerial de Educación y en la Contraloría General de la República, tema que es indispensable aclarar, lo que se hará en su momento.

Eventualmente, podría haber incluso un cierto desorden administrativo para llevar adecuadamente las cuentas de las subvenciones escolares en comento. Incluso, pudiere ocurrir que personas inescrupulosas hubieren querido aprovecharse de mucho menos del 1 por ciento de esa cantidad, al calor de esta doble contabilidad: una de la Secretaría Regional Ministerial de Educación y la otra de la Contraloría. De eso dará cuenta la justicia, porque la Fiscalía Metropolitana Norte está llevando adelante un proceso.

Ni un solo peso, ni un solo centavo ha sido malversado, robado o arrebatado al fisco y a los chilenos por parte de las autoridades responsables: la ministra de Educación y el secretario ministerial, don Alejandro Traverso.

Respecto de este último, debo decir que se trata de un profesor que luchó como el que más por la recuperación de la democracia, que estuvo varios veces en riesgo su vida, porque el mismo día que mataron a los profesores Manuel Guerrero, Santiago Natino y José Manuel Parada, gran amigo mío, él se encontraba detenido por parte de quienes, finalmente, terminaron asesinando a esos tres dirigentes. Podría haber corrido la misma suerte.

Se trata de una persona proba e íntegra, que vive en una casa modesta en una villa de Peñaflor, que probablemente no fue todo lo acucioso en el orden de los recursos

que llevaba esa secretaría ministerial, como tampoco lo han sido los secretarios ministeriales anteriores, porque, entre otras cosas, quedará demostrado en su momento, la falta de personal y de fiscalizadores respecto de esta materia, es abismante.

Como diputado de la República y en el nombre de los socialistas, quiero decir que ponemos las manos al fuego por Alejandro Traverso, por su probidad, honestidad y transparencia.

Del mismo modo, quedará aclarada la tremenda injusticia que significa la presentación de una acusación constitucional en contra de una de las ministras más acuciosas y serias, que más ha trabajado por mejorar la educación chilena, en particular la pública. Por la misma ministra que envió al Congreso Nacional importantes proyectos de ley trabajados por ella y sus equipos técnicos, entre otros, para cambiar nada menos que la ley orgánica constitucional de Enseñanza y construir una nueva, con acuerdo de todos los actores; para construir una nueva forma de financiar la educación pública, privilegiando a los alumnos más carenciados, de familias con más problemas socioeconómicos. Allí, hay una nueva ley de financiamiento de la subvención escolar.

Eso es mejorar la educación pública y preocuparse tenazmente por elevar su calidad. Por razones pequeñas, mezquinas y enteramente politizadas, se ha presentado una acusación constitucional en contra de ella.

Espero que esa acusación sea desechada por esta Cámara en su momento. Al mismo tiempo,
espero que los parlamentarios de la Concertación, contestes con la actitud pequeña, egoísta y poco patriota de la Alianza por Chile, no le concedan el privilegio de presidir la Cámara de Diputados ni las Comisiones de Derechos Humanos, Nacionalidad y Ciudadanía y de Educación, como pareciera estar a punto de ocurrir.

He dicho.

No hay comentarios: