4 abr 2008

¿Socialistas Neoliberal?

por Diputado Sergio Aguiló

Dice Escalona que aún persisten sectores del partido socialista en oponerse al neoliberalismo y acusar de neoliberales a la mayoría partidaria que él representa. Reconoce que el concepto neoliberal tiene un acento ofensivo en la cultura socialista.

Hasta ahí, estamos de acuerdo con Escalona: efectivamente hay un sector del militantes del partido que siguen criticando medidas de corte neoliberal y criticando a la gestión de Escalona como presidente del Partido Socialista y Senador de la República, por no oponerse a dichas medidas.

Escalona continúa su argumentación: Esta conducta, no se condice con los acuerdos del último congreso del Partido donde estos sectores fueron derrotados. No se conforman con su derrota y siguen actuando contra el gobierno de la presidenta Bachelet, en consecuencia que el Congreso fue claro en apoyar irrestrictamente su gobierno.

Aquí surgen diferencias con Escalona. No es cierto que en el Congreso fuera derrotado el concepto “antineoliberal” como declaración de principios que identifique al PS. Por el contrario, siempre fue aceptado, aplaudido y muy argumentado. Por lo demás, no es necesario recordar al último Congreso para entender que todo socialista ha de ser anti neoliberal, pues esta corriente económica representa el extremo más brutal del capitalismo. Entonces Camilo nos habla del “irrestricto” apoyo a nuestra presidenta. O sea, para Escalona apoyar a Michell Bachelet es ¡aceptar el neoliberalismo! Tal vez quien deba responder esto es la propia presidenta, la cual jamás ha tenido una expresión de simpatía al neoliberalismo.

Estos son los problemas típicos de quien, como Escalona, ven al Partido Socialista como una simple sumatoria de tendencias (o fracciones, en su caso). Según él, la mayoría electoral de su lista (Escalona, Núñez, Schilling ¡vaya mezcla!) le permite pensar que cuanta cosa opine Escalona, Núñez o Schilling, eso es lo que opina la mayoría del Partido Socialista. Lo peligroso de esta forma de pensar es que conduce a buscar dentro del Partido a “los enemigos”, cerrarse en sí mismo, y acortar las fronteras partidarias a las fronteras que debe construir en su propia tendencia, transformándola en fracción.

Es la explicación de su tono amedrentador, del estrecho sectarismo en las determinaciones como Comité Central. Tenía razón su hermano.

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