Hugo Fazio, CENDA
El mensaje presidencial del 21 de mayo, penúltimo de la presidenta Michelle Bachelet tampoco enfrentó el gran deterioro distributivo existente en el país desde los años de dictadura. Peor aún, como lo ratifica la Encuesta de Presupuestos Familiares 2007 dada a conocer en esos mismos días la participación en el ingreso en la última década se deterioró, lo cual incluye el lapso transcurrido hasta ese momento de la actual administración. Se trata de la más grave falencia socioeconómico del país que no se podrá superar si se insiste frente a grandes problemas nacionales a hacerlo en acuerdos con la derecha y en aplicar un mecanismo fiscal que abiertamente se transformó en una limitante para mejorar la situación de los chilenos y modificar la estructura productiva del país.
La VI Encuesta de Presupuestos Familiares del INE con datos del año 2007, confirmó que la distribución de los ingresos continúa deteriorándose. Para poder establecer comparaciones con años anteriores se debe considerar los datos correspondientes al Gran Santiago, ya que la VI Encuesta es la primera que tiene información nacional. Si se toma como referencia 1997, es decir lo acontecido en una década, el quintil de la población del Gran Santiago cuyo ingreso per cápita más crece es el V, el de mayores recursos, que aumenta un 28%. Los restantes grupos lo hacen en porcentajes que fluctúan entre 19,8% y 21,9%. El V quintil recibió el 60,7% del ingreso total. Una década antes, el V Quintil acumulaba un 53% aproximadamente de los ingresos totales. Pasó a ser 9,5 veces superior al del 20% de los hogares de menos recursos. Los datos son elocuentes. Si se desagrega en porcentajes más reducidos el cuadro sería aún más negativo, ya que la concentración de los ingresos se producen en un porcentaje bastante pequeño de la población. En otras palabras, la Encuesta al hacerlo en tramos de 20% no refleja en todas su magnitud la dimensión del deterioro.
Ingreso mensual per cápita en el Gran Santiago por quintiles
(Fuente: INE. En pesos de abril 2007 y porcentaje de variación)
Quintil 1997 2007 %Var.
I 37.126 44.993 21,2
II 70.406 85.878 21,9
III 110.268 132.108 19,8
IV 187.179 226.718 19,8
V 591.672 757.253 28,0
Promedio 199.330 249.390 25,1
El principal problema socioeconómico del país, la distribución de los ingresos, no se resuelve sólo con medidas de protección social, las cuales obviamente tienen una función útil, se requieren decisiones más de fondo, no presentes una vez más en el mensaje presidencial del 21 de mayo, como terminar con las ganancias excesivas de algunos sectores o establecer mecanismos que permiten a los trabajadores participar en condiciones más equitativas en los procesos de negociación colectiva.
En la situación actual el deterioro distributivo se acentúa por el alza de los alimentos, que repercuten proporcionalmente mucho más fuerte en los sectores de la población de menores ingresos. La inflación no es igual para los diferentes estamentos si se desagregan a partir de la Encuesta de Presupuesto Familiares. Si se considera la evolución de los precios de abril, el IPC del primer quintil fue de 9,7% muy superior al 8,3% general. El del segundo quintil también se ubica sobre ese rango alcanzando al 8,5%. En cambio, el del 20% de la población de mayores ingresos es de 6,0%. En el primer quintil, los alimentos representan un 37,5% del gasto medio de los hogares, en el segundo un 31,4% y en el quinto sólo 14,6%.
De otra parte, grandes temáticas nacionales que deberían conducir a reducir el deterioro distributivo lo reproducen y, aún más, en no pocas oportunidades lo amplifican. Es lo que acontece con la educación. Los resultados del Sistema de Medición de la Calidad de la Educación (SIMCE) 2007 lo confirma. La ministra de Educación, Mónica Jiménez, al dar a conocer sus resultados lo reconoció abiertamente. El nivel educativo de los chilenos permanece si se utiliza esta medición prácticamente inmodificable desde hace diez años. “Nuestro sistema escolar –manifestó la ministra- es capaz de enseñar satisfactoriamente a un 60% de la matrícula (…). Y lo hace en forma insatisfactoria y parcial en el 40% restante que son alumnos del nivel socioeconómico bajo” (27/05/08).
La forma adquirida por la inserción de Chile en la economía mundial –tan destacada oficialmente- tiene igualmente efectos negativos en la participación de las remuneraciones en la distribución funcional de los ingresos. La oposición a los acuerdos comerciales globales, escribió el secretario del Tesoro durante la administración Clinton, Lawrence Summers, “ve crecer entre los trabajadores la visión de lo que es bueno para (….) las grandes empresas no lo es necesariamente para ellos”(28/05/08). Summers recuerda que este fenómeno ya fue destacado por el ex secretario del Trabajo de EE.UU., Robert Reich, al subrayar que son los trabajadores quienes deben “soportar en mayor proporción que el resto” las presiones competitivas generadas por los procesos globalizadores. Al poder producir en cualquier parte del mundo las empresas que tienen estas posibilidades privilegian hacerlo donde tengan el menor costo laboral, utilizándolo como un factor de presión en contra de las remuneraciones internas. Es uno de los argumentos dados para el desplazamiento hacia el exterior de empresas o unidades económicas que antes producían en Chile. Para enfrentar esta tendencia, el movimiento sindical también tiene la exigencia de actuar progresivamente a nivel global.
El deterioro de las rentas disponibles reales de los sectores de más bajos ingresos conduce obviamente a un deterioro en el nivel de cumplimiento de sus compromisos. Desde diciembre de 2005 a fines del año pasado, según cifras de Carolina Mena, analista de bancos de Humphreys, la deuda promedio de consumo subió en casi un 19%, mientras que el indicador de riesgo de créditos de consumo (provisiones sobre colocaciones de consumo) lo hacía en el mismo lapso de 3.67% a 4,96%. La capacidad de pago se contrae, mientras las instituciones financieras adoptan resguardos, ambos hechos reducen la capacidad de adquirir bienes de importantes segmentos de la población, afectando negativamente los niveles de actividad económica. En cambio, unas 8.000 familias que cuentan con un patrimonio líquido de US$1.000.000 o más –según estudio de la Universidad Adolfo Ibáñez, Larraín Vial y Accenture- vio aumentar su riqueza en el último quinquenio a una tasa anual cercana al 10%.
Las ventas de supermercados de abril cayeron en doce meses un 8,2%, con una disminución de los bienes perecibles de 13,3%, de acuerdo a cifras del Departamento de Estudios de la Cámara Nacional de Comercio (CNC). No se trata de un hecho puntual, dado que el lapso enero-abril, comparado con los mismos meses del año anterior, se produce una disminución de 2,1%. “El panorama indica que los consumidores –manifestó el presidente de la CNC, Pedro Corona- están restringiendo los gastos en respuesta a un escenario incierto y que amenaza complicarse todavía más”. El bajo crecimiento del PIB, las perspectivas que se deducen de las alzas de combustibles, añadió Corona, “configura un cuadro preocupante y complejo”. Este mismo escenario surge si se observan los créditos de consumo de la banca, las cuales en abril, con relación al mes anterior, sólo crecieron 0.65%, “evidenciando –anotó el Diario Financiero- que el dinamismo de este negocio se ha estancado” (29/05/08).
Los reducidos ingresos de segmentos muy considerables de la población, conduce a que se eleve el endeudamiento, lo cual agudiza aún más la situación por los elevados intereses que los diferentes mecanismos de financiamiento, bancarios y no bancarios, les cobran. La Encuesta de Presupuestos Familiares muestra que más de un 80% de la población gasta mensualmente una suma superior a sus ingresos. Ello es particularmente marcado en el primer quintil, que con entradas de $177.041 registra egresos por $303.518 mensuales, un monto 71,4% superior. Dicho porcentaje se va reduciendo a medida que crecen los ingresos, para invertirse la relación en el último quintil.
Gastos e ingresos mensuales por quintiles 2007
(Fuente: INE. En pesos de abril 2007)
Quintil I II III IV V
Gasto 303.518 404.145 514.225 697.893 1.489.056
Ingreso 177.041 312.414 453.065 670.587 1.691.182
Porcentaje
déficit 71,4% 29,4% 13,5% 4,1% -12,9
La encuesta se conoció públicamente cuando la presidenta de la República entregaba al Congreso pleno la “cuenta pública” de su gestión. En este recuento al país no estuvo presente la agudización del deterioro distributivo ni medidas que realmente apunten a superarlo. La regresividad en la distribución del ingreso no se puede modificar sin tocar a los grandes intereses cuya participación en el reparto de la torta aumenta. No se resuelve con un listado de anuncios, que siendo positivos, no modifican el cuadro general. Sólo se puede estar de acuerdo, por ejemplo, con que se entregue un bono especial de $20.000 a un millón y medio de jubilados, pero ello no termina con el drama de la pobreza ni modifica el deterioro distributivo. Si se persiste en acuerdos denominados como “transversales” con grandes intereses económicos la regresividad distributiva persistirá.
Ni siquiera se adoptó la medida insistentemente planteada por muchos sectores de reducir el IVA, impuesto fuertemente regresivo. En cambio, se entregó un nuevo beneficio adicional a las empresas que están obteniendo utilidades y con planes de inversión, al reducir a cero el arancel para importar maquinarias y equipos. Esta reducción, con todo, es ínfima considerando que Chile es el país del mundo más abierto comercialmente, por la multitud de tratados suscritos, que abarca a Estados que acumulan un porcentaje muy elevado del PIB mundial.
En una proporción importante el debate los días siguientes al mensaje presidencial se centró en que no se anunció –como se adelantó por dirigentes de la Concertación- la eliminación del 7% de cotización de salud para los jubilados que reciben pensiones hasta un monto determinado. “La decisión de Bachelet de no incluir una medida que era promovida por la DC, el PS, partido que incluso aseguró públicamente que sería anunciada; y los ministros Andrade y Viera Gallo –resumió La Tercera-, evidencia que la partida la ganó Velasco (…). Con el discurso nuevamente –subrayó el periódico- quedó clara su influencia” (25/05/08). La concesión de este beneficio, que desde luego mejoraría la situación de esta capa de la población, tampoco resuelve el problema distributivo.
La intervención presidencial tampoco asumió el impacto que tiene el desenfrenado incremento en el precio del petróleo. Pocos días después, Michelle Bachelet ante las acciones de protesta ordenó a su equipo económico –que se había negado a adoptar políticas al respecto- a entregarle proposiciones en 48 horas. La aplicación cerrada de un esquema de política económica fundamentalista genera necesariamente resistencia.
El país vive una situación de una enorme disponibilidad de recursos. El ministro de Hacienda se felicita que los beneficios sociales anunciados se hacen sin modificar el mecanismo fiscal en aplicación que lleva precisamente a acumular un gigantesco superávit que a fines de marzo sumaba en los fondos existentes, de acuerdo a las cifras de dirección de Presupuestos, US$26.132 millones. Incluso el nuevo Fondo Bicentenario creado para becar estudios de postgrado en el exterior funcionará utilizando los intereses que se generen con los US$6.000 millones asignados, los cuales permitirán, como detalló el ministro Velasco, “mandar a 30.000 de los mejores estudiantes (…) a formarse en el extranjero” (22/05/08). Al igual como sucedió con los cambios introducidos al sistema previsional pasos a dar se postergan en el tiempo, aunque se les conceda una gran importancia, aferrándose dogmáticamente a la regla presupuestaria en aplicación.
La Semana Política del diario El Mercurio, preocupado de fortalecer los acuerdos frente a grandes temas nacionales entre el gobierno y la derecha, destacó que en el mensaje no hubo nada sobre “cómo salvar el amenazado acuerdo en educación, uno de los pilares de su gestión” (25/05/08). No deja de ser sintomático que al igual como aconteció en el primer mensaje presidencial de Michelle Bachelet, el malestar estudiantil expresado en toma de establecimientos universitarios y de la enseñanza media no haya sido considerado en la intervención y se haya insistido en intentar imponer cerradamente el acuerdo alcanzado con la derecha, sometido a multitud de observaciones por parlamentarios de la Concertación y expresamente rechazado en las mencionadas movilizaciones.
La dimensión del problema de la educación y su nulo impacto distributivo crece si se considera que los resultados de la prueba Simce no muestran, en los hechos, mejoramientos de los estudiantes de cuarto básico que se encuentran en el nivel definido como inicial, en el cual no se comprende un texto de lectura sencilla, ni se puede ordenar numeraciones o reconocer necesidades de los seres vivos en aspectos esenciales. Desde luego, estas carencias no se pueden explicar sólo a partir de debilidades al interior del sistema educacional sino requiere considerar las condiciones socioeconómicas en que los estudiantes se desenvuelven.
En el terreno laboral, el diario de los Edwards destaca como un hecho positivo “la no incorporación de temas controvertidos”, que en definitiva son los no aceptados por el gran empresariado y los sectores más de derecha. Por ello se excluyó puntos como el reemplazo de los trabajadores en huelga, que debilita mucho la posición de los trabajadores en una negociación colectiva; el concepto de empresa, que lleva a los integrantes de un sindicato a actuar divididos en multiplicidad de organización frente a consorcios que actúan con un solo esquema en todas sus unidades; multiplicidad de RUT, y fortalecimiento de la Dirección del Trabajo, puntos expresamente propuestos en un oficio por el ministro Osvaldo Andrade. Su no inclusión, subrayó a su vez el diario La Tercera del grupo Copesa, “fue visto como otro triunfo de Velasco”. Su fortalecimiento –subrayó en un comentario de Ascanio Carvallo- “no debería sorprender a nadie tratándose de un gobierno que, con todos sus altibajos, ha convertido las decisiones de Hacienda en su centro de gravedad” (25/05/08).
La propuesta efectuada por un conjunto de personeros políticos y economistas de la Concertación y de la Alianza por Chile, donde dando como pretexto que la actual institucionalidad de Codelco “no da para más” proponen abrirlo a capitales privados, si se tiene presente en que han terminado en el país procesos similares desde los años de dictadura, constituiría de concretarse un paso hacia su privatización, que permitiría a intereses minoritarios apoderarse de los recursos que proporciona actualmente al país.
Significaría una regresión profunda, con impactos también negativos en el plano distributivo. El ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma, se apresuró en calificarlo como “un aporte interesante para el debate” (26/05/08). El ministro Francisco Vidal, por su parte, sostuvo que “hasta marzo de 2010 Codelco seguirá siendo una empresa del Estado, porque es la principal empresa del país, la que genera los recursos al Gobierno de Chile para hacer las políticas sociales” (26/05/08). Por esa misma razón, el camino es otro: desarrollar Codelco como una potente empresa nacional, teniendo presente las grandes reservas con que cuenta y al mismo tiempo recuperar para el país las gigantescas rentabilidades excesivas que de diferentes formas se apoderan los grandes consorcios cupríferos privados. Mejorar la distribución exige modificar a fondo no sólo la situación de las grandes mayorías, sino también como una exigencia imprescindible adoptar medidas de fondo frente a los reducidos y poderosos grupos donde se concentra el ingreso.
HUGO FAZIO
No hay comentarios:
Publicar un comentario