por Luis Casado
Este La Fontaine del que te hablo no es Oskar, el alemán, sino Jean, el francés del siglo XVII. Servidor se mamó las fábulas de Jean de la Fontaine en la biblioteca del Liceo de San Fernando, justo después de las de Esopo que en materia de fábulas se las traía y tuvo el mérito de ser un precursor.
Inspirado en tales próceres ya he manifestado que quienes manejan la manija en Chile debiesen leer la fábula de la rana que quería ser más grande que el buey, historia de no seguir chamullando con eso de que nuestro campo de flores bordado es un país “top”, algo así como el sostén de Beyoncé Knowles o la tanga de Mara Carfagna.
Jorge Tellier, si acaso no la conociese, debiese aprenderse de memoria la fábula del Cuervo y el Zorro, de preferencia la versión original y no la de Samaniego a la que a mi modesto parecer le falta picante.
La desinteresada visita que los zorros Escalona, Schilling, Ominami e Isabel le hicieron al cuervo Tellier, me recordó eso de:
Et bonjour Monsieur du Corbeau.
Que vous êtes joli ! Que vous me semblez beau !
Sans mentir, si votre ramage
Se rapporte à votre plumage,
Vous êtes le phénix des hôtes de ces bois.
Si no entiendes la dulce lengua de Francia no pasa nada. En traducción libre los versos de La Fontaine quieren decir algo así como:
“Es verdad que para llegar al poder tuvimos que vender tus tripas y dejarte fuera de la vida política. Es verdad que en 18 años te prometimos 36 veces que pasado mañana íbamos a abolir el sistema binominal y no cumplimos. Pero ahora estamos por perder la teta. Perdona la muerte del niño, borrón y cuenta nueva. Te proponemos un pacto win-win (a menos que no sea weon-weon), dos diputados, y que no se hable más del asunto”.
Ahí, de dos cosas una. O bien Tellier pica, como el cuervo, y además de perder el queso lo van a desplumar.
O bien hace como el roedor de la fábula “El Gato y el Ratón” que muy ladinamente responde:
Et moi, … penses-tu que j'oublie
Ton naturel ? Aucun traité
Peut-il forcer un Chat à la reconnaissance ?
S'assure-t-on sur l'alliance
Qu'a faite la nécessité ?
La traducción simultánea disponible en línea, en versión resumida, daría algo así como:
¿Me habéis visto las amígdalas del sur?
Como te decía, este La Fontaine del que te hablo no es Oskar, el alemán, sino Jean, el francés del siglo XVII…
23 dic 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario