"Programa de acción, campaña en acción"
Santiago, 29 de Diciembre de 2008.
Compañer@sComisión Política
Izquierda Cristiana
Presente
Estimados compañeros:
Agradezco la invitación que me han hecho llegar para participar del debate programático que ha sugerido a Juntos Podemos Más y a otros grupos progresistas y que Uds. proponen desarrollar en el próximo tiempo.
Aprecio sinceramente que dirijan esta invitación a alguien como yo que es afiliado de uno de los Partidos de la Concertación. Lo entiendo como un gesto político de altura y de claro entendimiento de la realidad política nacional. Millones de chilenos y entre ellos cientos de miles de socialistas y de ciudadanos progresistas han apoyado a la Concertación durante los últimos veinte años y es nuestro deber procurar que una gran parte de ellos reconozcan ahora filas en un nuevo proyecto progresista que se plantee como objetivos los cambios indispensables que la Concertación no ha podido o querido hacer.
Nunca concebimos la Concertación como una alianza inmutable y eterna. Siempre hemos sostenido que la manera de establecer una democracia plena en Chile y de atacar con eficacia las desigualdades sociales, económicas y culturales es la progresiva generación de un referente amplio que sostenga, sin exclusiones, un entendimiento programático que no signifique necesariamente compromisos de gobierno, entre la izquierda y el centro auténticamente democrático.
La Concertación ha hecho un aporte al restablecimiento de libertades esenciales, y también a la estabilidad de las variables macroeconómicas y a la generación de un sistema aún embrionario de protección social. Pero la democracia no es plena, sino incompleta, imperfecta, una semi democracia, que poco a poco se ha ido oligarquizando. Y la estabilidad ha sido acompañada de desigualdades ofensivas y crecientes. Hace veinte años prometimos "una patria para todos" y elaboramos un Programa que contiene importantes objetivos que aún no se han cumplido. La Concertación ha ido perdiendo fuerza, mística, decisión y se ha sumido en un mar de autoalabanzas y justificaciones.
La crítica que un sector de socialistas hemos dirigido a la Concertación no es un capricho súbito ni pasajero. Ha sido un ánimo autocrítico que se viene expresando desde comienzos de los años noventa, dentro y fuera del gobierno y muchas veces de manera pública. Las tempranas percepciones de “encapsulamiento” gubernativo que manifestó la dirección socialista ya en 1991, la autocrítica de los grupos que la prensa identificó como "autoflagelantes", las discrepancias internas en materias relativas a los derechos humanos, la detención de Pinochet en Londres y la política económica, el manifiesto "Chile entre dos derechas", cuyo autor fue el diputado Sergio Aguiló, y, entre otros, los documentos publicados bajo los títulos de "Enfrentar las desigualdades" y "La disyuntiva", testimonian esa creciente insatisfacción colectiva. Por eso decimos hoy, con fundamento, que la Concertación perdió la oportunidad de corregirse y no es una alianza capaz de establecer en Chile más democracia y justicia social..... Leer más
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