por Eduardo Gutiérrez
O algo huele mal en Dinamarca - como antaño decíamos los chilenos parodiando al celebre Hamlet de William Shakespeare- para referirnos a nuestra propia realidad.
Primer hecho de nuestra realidad.
Después de algunos años de la denuncia del actual senador Nelson Ävila los hechos le dan la razón cuando puso en duda negocios ilícitos tras la compra de aviones a Bélgica. Hoy el escándalo se desata al conocerse las coimas recibidas – hasta este momento de la investigación- por ex conspicuos miembros del Estado Mayor de la Fuerza Aérea de Chile. Uno supone que hay mucho de verdad en estas denuncias ya que el propio Ex Presidente Aylwin trato de “traidores” a los uniformados comprometidos. Los tribunales están investigando y el Senado de la Nación cumpliendo con sus funciones (loable) citó a una reunión para debatir el tema, aunque en realidad debió haber citado primero la Cámara de Diputados.
Lo torcido de la situación es que senadores del PS denunciaron que este debate era una maniobra para desprestigiar a Eduardo Frei Ruiz Tagle (¿?). De lo que se conoce públicamente de las declaraciones de Frei en el Senado, queda absolutamente claro de que las compras se hicieron y legitimaron en el Gobierno de Patricio Aylwin.
Obviamente quienes deben responder del ilícito son los que aparecen en la investigación del Magistrado, entre ellos algunos demócrata cristianos, que según ha trascendido públicamente recibieron en sus cuentas en el extranjero suculentos estipendios. Esto ciertamente es lo que la Justicia debe determinar. Pero el debate senatorial nos ayudo a los ciudadanos comunes y corrientes para determinar las responsabilidades políticas de estos hechos.
En primer lugar de la falta de tareas fiscalizadoras del Parlamento (en este caso las instituciones funcionan mal en particular la Cámara de Diputados donde reside la principal acción fiscalizadora, entre ellas conocer de las acusaciones De los generales o almirantes de las Instituciones pertenecientes a las Fuerzas de la Defensa Nacional, por haber comprometido gravemente el honor o la seguridad de la Nación) agravado por el hecho de que hubo denuncias públicas previas.
En segundo lugar porque esta situación dejo al descubierto de que aún la Ley reservada del Cobre a las FFAA no ha sido modificada cuando era parte del Programa del Gobierno de Michelle Bachelet. Situación, que en el marco del debate sobre este hecho de corrupción, denunció el Diputado DC, Jorge Burgos como un factor que sigue restando transparencia al tema de las compras de armas.
Señalar que solo la Justicia investigue (que esta claro que debe hacerlo) y acallar al Senado en una función política de suyo propia, es también asumir que no exista debate, algo muy propio hoy de algunos socialistas que llevan su forma de actuar en la política interna al terreno de la política nacional. Mal por ellos.
Segundo hecho de nuestra realidad.
Después de acuerdos previos de los partidos de la Concertación sobre la necesidad de hacer un debate para primarias internas del conglomerado se desató una furibunda campaña para bajar la candidatura alternativa del Presidente del PRSD Senador José Antonio Gómez. Este hizo una denuncia pública de las presiones de sus aliados (con estos amigos para que necesito enemigos). Impresentable y torcida situación. Nuestros dirigentes aquí también llevaron su actuar en la política interna (impedir los debates) al terreno de la política externa. Mal por ellos.
Definitivamente algo huele mal en Dinamarca.
Eduardo Gutiérrez González.
Comité Central del PS de Chile
Febrero de 2009
2 feb 2009
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